Comenzamos la ronda de entrevistas de este año con uno de los ponentes habituales de la #CwSC y de la Coworking Europe Conference, Marc Navarro. Este consultor y cabeza pensante del espacio CREC, nos trae en esta edición una ponencia titulada "Coworking 2020", de la que nos dará más detalles a continuación. ¡Comenzamos!
Como veterano de la Coworking Spain Conference, ¿qué significa para ti este evento y qué crees que puede aportar a la industria del coworking español?
Respondo en orden inverso si no te importa. La CWSC es el evento en el que le puedes tomar el pulso al coworking en España. Desde 2013, mi primera conferencia como asistente, el sector ha evolucionado bastante y esos cambios se han ido acelerando desde la edición de 2015 en la que ya se podía apreciar que se avecinaba un cambio en el mercado que marcaría las siguientes ediciones. La CWSC es por tanto el lugar en el que enterarse de lo que está pasando en el coworking a nivel nacional y cuáles son las tendencias que están por llegar.
Asistir a la CWSC te ofrece la oportunidad de estar por delante no sólo por la información que aportan las ponencias sino porque estás rodeado de personas que comparten tus inquietudes y problemas a diario.
Para mi además es algo más: como para muchos de los veteranos es una oportunidad para reencontrarse con viejos amigos. Con algunos de ellos nos vemos durante el año, con otros sólo nos reencontramos durante las CwSC.
Alberto Pérez Sola y Jaime Aranda de Wic, Javier de Timoteo de Nidus, Laia Benaiges de Espai La Magrana, Eduardo Diego y Jon Hormaetxe de Sun&Co, Diego Tomás de PBC, África de Espacio Arroelo, Javier Moral y las chicas de Fangaloka, Sergio Corcin de La Tierra Colabora, entre otros…
Tras todos los cambios que hemos vivido este año dentro del sector en España con la entrada de las grandes franquicias extranjeras. ¿Crees que las previsiones de crecimiento para los espacios colaborativos son buenas o que, por el contrario, estos últimos hechos pueden acabar con el concepto real de coworking?
Creo que las grandes franquicias aún no han impactado en el mercado pero lo harán. En mercados como el de Barcelona, ya existen desde 2015 versiones locales de WeWork que si han “modificado” el mercado dando servicio a una demanda que estaba desatendida.
La demanda de coworking tradicional, no usaría la denominación real por motivos que luego te comentaré, seguirá allí pero será siempre menor que la del mercado de real state de tradicional: oficinas y centros de negocio. Pienso que entre 2014 y 2016 la demanda de coworking creció por la (aunque lenta) reactivación de la economía, y porque las personas que buscaban un lugar donde trabajar querían algo más acorde a sus valores y criterios estéticos. Las opciones que ofrecía el mercado de real state tradicional no encajaban. A partir de ese momento, los mercados de coworking y oficina tradicional empezaron a converger, y a día de hoy en las zonas más dinámicas de España ya no existen dos mercados sólo uno porque se han fusionado.
Hoy en día podemos encontrar soluciones para todos los gustos... el coworking tradicional va a seguir allí aunque quizá algunos espacios notarán un decrecimiento en la demanda que dificultará las rotaciones y por tanto pondrá en peligro su viabilidad económica: es algo que de hecho ya está pasando pero no siempre es público.
Por otro lado existe otro peligro del que no se habla y es el “manager burnout” que suena mucho mejor que decir que los gestores se queman. Un gestor debe hacer dos tipos de tareas muy distintas. Cuando tengo que explicarle esto a alguien de fuera me gusta hacerlo con una analogía muy simple: ninjas y samurais. En coworking tienes tareas para samurais que son soldados inmutables, que ejecutan sus tareas sin más y que a cualquiera que no sea samurai les parecen repetitivas y tediosas. Son tareas relacionadas con las operaciones, con el espacio, son rutina. Por otro lado tienes a los ninjas: son como los de las películas, van de un lado a otro haciendo cosas de ninja que en este caso es aportar valor a las personas, las conectan entre sí, les ayudan en temas concretos, les escuchan,... siempre atareados con cosas distintas y son bastante malos si intentan hacer de samurai. Algunos gestores (a los que clasificaría como ninjas) han traspasado su negocio o están haciendo otras cosas mientras han buscado maneras de gestionar alternativas porque simplemente se han aburrido de intentar ser lo que no son. Han decido buscar la felicidad en otra parte. Me sabe mal que el sector pierda a sus pioneros, pero por otro lado también está entrando en el sector talento nuevo que podremos ver en la próxima CwSC.
Ahora me gustaría aclarar porque hablo de coworking tradicional y no “real”. ¿Qué es coworking real? El significado de coworking, la imagen mental que todos asociamos a un espacio de coworking cuando pensamos en el término, no es, ni lo ha sido jamás, estática. Es decir, no es lo mismo coworking ahora, que lo que significaba coworking en 2015, o lo que significó en 2013. A riesgo de equivocarme (un riesgo bajo) esas tres imágenes difieren bastante de la que la mayoría de la gente tendrá en 2020. Por eso creo que tenemos dos opciones: podemos obstinarnos en proteger un concepto que está vivo y que evoluciona o entender que el coworking no es nuestro y que la única manera que tenemos de proteger el concepto es hacer que aquello que nosotros entendemos que es coworking sea cada vez mejor y que impacte a más personas. Así contribuiremos a modelar el concepto real de coworking. ¿Mucho mejor eso que defender un concepto de “coworking real” no crees?
Nos gustaría que nos contaras un poco acerca de tu desarrollo profesional, y qué te llevó a apostar por el coworking.
Por accidente. Supongo que se puede expresar de maneras más elegantes pero la vida es así. Soy diseñador industrial de profesión y me cansé del sector. Decidí dejarlo cuando me propusieron algo distinto y me fui a coordinar el área cultural de un centro cívico en Barcelona. Al cabo de 6 meses la empresa lanzó diferentes líneas de trabajo y a mí me asignaron a la que tenía como objetivo crear un coworking. La condición era que nadie de esas líneas podría trabajar en el proyecto que su grupo hubiera desarrollado. Afortunadamente se saltaron su propia norma. A partir de allí conocí un sector con personas impresionantes que creen en lo que hacen. La primera persona que conocí fue Andrea García (Talent Garden y The Biz Camp) que pasó a visitar el CREC con Almudena Pedraza (Valkiria Hub Space). Y de ese lejano 2012 en el que me enamoré de un sector (aún no habíamos abierto) a ser el responsable de contenido de la CwSC.
¿Qué consejo le darías a otros gestores de coworking, teniendo en cuenta las nuevas tendencias del sector, para desarrollar su estrategia de negocio de cara a los próximos años?
No hay una fórmula mágica que funcione en cualquier condición pero empezaría por la bases.
Sentido común. Hacer los deberes de manera realista: un plan de negocios con cara y ojos, es decir realista (a riesgo de repetirme). No dar nada por sentado y sobre todo escuchar y observar mucho lo que pide el mercado. Dos de los comportamientos que más he observado a veces de manera concurrente (lo cual no deja de ser sorprendente) son no ver/entender/admitir los cambios/carencias/errores lo que provoca un comportamiento cercano a la parálisis combinado con la falta de paciencia cuando se hace una modificación: si algo no funciona acéptalo y cámbialo. Luego ten paciencia para ver si el cambio surge efecto o no.
También les diría que antes de lanzarse a la aventura hablen con personas que llevan tiempo en el sector, que lean artículos, vayan a conferencias, que hablen con gestores de su ciudad y les pidan ayuda (si no eres del sector probablemente a estas alturas estarás alucinando pero sí, funciona así). No hay que ser naíf: si pretendes clonar un proyecto e instalarte a su lado obviamente no van a ayudarte, yo tampoco lo haría.
Con todo esta información, más todos los números bien hechos, revisaría el proyecto. Si siguiera teniendo dudas contrataría a un/a profesional con un track histórico de éxitos en consultoría para que me ayudara y/o me guiará en el proceso.
Empezaría a comunicar y vender lo antes posible para levantar la persiana con el máximo número de personas ya incorporadas al proyecto y reducir las pérdidas al máximo minimizando el tiempo en el que alcanzamos el break even point.
A nivel de la gestión del espacio tengo varios consejos: honestidad, sentido común y hacer las cosas lo más simples posibles para evitar tener luego líos fruto de habernos complicado la vida de manera innecesaria. Trata a las personas cómo te gustaría que te trataran a ti, no inventes historias y cuenta la parte de verdad que puedas contar. Ser sincero suele simplificar mucho las cosas.
Tu ponencia durante la Coworking Spain Conference se titula “Coworking 2020”¿podrías adelantarnos algunos detalles?
El mercado está cambiando y desde hace dos años lo está haciendo de manera más acentuada, sobre todo en 2017. Estos cambios son la punta del iceberg, pienso que va a cambiar mucho más en los próximos dos años de lo que lo que lo ha hecho los últimos cinco.
Hace tiempo que podemos ver señales de este cambio pero, si no las sabemos interpretar, o no las detectamos (por el motivo que sea), el tren pasará de largo o puede que por encima de nosotros.
Quizá parezca una visión catastrofista, pero es más bien todo lo contrario: un cambio es siempre una oportunidad si nos preparamos a tiempo. Seremos los que estaremos en mejor posición para el nuevo entorno que se aproxima.