Conocemos los casos de grandes espacios de coworking de todo el mundo que, después de haber creado una “marca” con cierta solidez, han apostado por expandirse. Sin embargo, otra tendencia también que poco a poco gana relevancia es la de asociación de espacios. Enmarcadas en el contexto de colaboracionismo versus competitividad que empapa a todo el movimiento de coworking, las iniciativas de asociación entre centros ofrecen grandes ventajas tanto a los gestores de éstos como a sus miembros. Una tendencia que en Estados Unidos es una realidad, con asociaciones reseñables como League of Extraordinary Coworking Space, LEXC.
Se trata de una red de centros de coworking que aglutina espacios en todo el país con el objetivo de ofrecer una mejor experiencia a los profesionales que trabajan en ellos. De esta forma, los miembros que así lo deseen pueden disponer de un auténtico “pasaporte” gracias al LEXC Coworking Visa system, que les ofrece la posibilidad de acceder a distintos espacios de la Red, entre otros privilegios.Otro buen ejemplo de asociación, aunque local y entre espacios de menor tamaño, lo constituye la Coworking Alliance, en San Diego, que reúne siete espacios en esta ciudad de California.
También es destacable Coworking Toronto Passport Program, herramienta para que freelance puedan descubrir estos tipos de espacios bajo un mismo programa.
¿Es previsible que esta tendencia se de en nuestro país? En la actualidad ya existe un coworking Visa a nivel nacional, y la ascociación española de coworking pronto saldrá a la luz. No olvidemos que han surgido un gran número de centros de pequeños tamaño, para los que obtener relevancia como marca es más complicado ya que la cantidad de empresas, grupos o trabajadores que desarrollan su actividad en ellos es mucho menor. De hecho, según la Segunda Encuesta Mundial sobre Coworking, realizada por la publicación Deskmag en colaboración con Coworking Europe, los espacios que sufren las mayores dificultades son los espacios pequeños, sobre todo aquellos que tienen menos de 10 miembros.
¿Podría ser la alianza entre distintos espacios de coworking una herramienta para otorgarles notoriedad a los más pequeños y así garantizar su rentabilidad? Todo parece indicar que sí. Teniendo en cuenta que muchos coworkers eligen los centros por su ubicación, aunque se desplazan, crear redes colaboracionistas entre los centros de distintas regiones o zonas podría fomentar sinergias entre éstos, lo que permitiría al profesional de un espacio de menor tamaño acceder a una red de posibles colaboradores mucho mayor. Otras iniciativas, como la posibilidad de intercambios de puestos de trabajo, la dinamización de actividades de unos centros de la asociación por parte de otros, el intercambio de contenidos o incluso la puesta en marcha de proyectos conjuntos que involucren a miembros de los distintos espacios bien puede servir para ofrecer ese “valor añadido” que acorte la distancia entre los centros pequeños y los grandes.
