Eres un tipo innovador y emprendedor, trabajas en un espacio de coworking de lunes a viernes, y algún fin de semana desde tu casa, tienes una idea genial y resulta que piensas que tu proyecto es único y ganarás mucho dinero, pero para llevarlo a cabo necesitas financiación... Y te preguntas: ¿cómo encontraré un inversor que quiera dedicar su dinero a mi proyecto?
Seguro que lo primero que se te ocurre es pedir un crédito a un banco. Pero esa no es una buena idea, porque las entidades financieras siempre piden garantías para darte el dinero. Así que tus padres tendrían que hipotecar su casa para financiar tu genial idea y eso es una mala idea. Por otro lado, los posibles inversores que necesitas seguro que quieren ver algo más que una simple presentación o un sitio web, aunque seas una 'máquina del powerpoint' o te hayas montado una página 'muy molona', y eso es todo lo que tienes, porque todavía no has conseguido ningún cliente y tampoco has hecho una planificación financiera.
Pero los inversores profesionales se las saben todas y seguro que ya han visto muchos 'proyectos únicos', conocen la analítica de los mercados y no están dispuestos a arriesgar su dinero en tu proyecto solo porque tú tengas la firme convicción de que es un 'proyecto irrepetible'. Así que en realidad la pregunta que debes hacerte no es ¿cómo buscar financiación para mi empresa? ni tampoco, de momento, ¿cuánto dinero voy a pedir a los inversores? La pregunta apropiada en principio es ¿cuándo tengo que buscar un inversor para mi proyecto?
Y es una pregunta difícil, porque primero tienes que plantearte ¿para qué necesito el dinero? y hay 3 respuestas posibles, al menos:
1. Para crear la empresa
2. Para hacer crecer la empresa
3. Para consolidar la empresa
Inversores para crear la empresa
En el primer caso la búsqueda de inversores profesionales, como 'business angels', fondos de capital riesgo, fondos de capital semilla o 'incubadoras', puede resultar frustrante pues ninguno va a invertir en una idea, por muy genial que a ti te parezca.
Para conseguir el dinero inicial, necesario para materializar tu idea fuera de tu cabeza y del papel, debes contar con lo que se denomina 'Las 4 F's':
1. Founders, los fundadores de la empresa, los artífices de la idea, los emprendedores. Porque ¿si tú no inviertes en tu proyecto como quieres que alguien lo haga?
2. Family, la familia, tus padres, hermanos, cuñados, tíos, primos... La familia siempre está ahí cuando la necesitas, aunque sin abusar.
3. Friends, los fieles. Sí, tus amigos con los que te tomas las copas y que nunca te han fallado. Los buenos amigos, además, sabrán hacerte la crítica adecuada...
4. Fools, los forofos. Los que sin ser fundadores, ni miembros de tu familia, ni tus fieles amigos, están dispuestos a invertir en tu proyecto porque ellos también ven, como tú, que es una idea genial.
Hoy, gracias a Internet y las redes sociales, hay un método de financiación que ya usan muchos emprendedores para iniciar sus proyectos: el 'Crowdfunding', o financiación colectiva, que consiste en financiar un proyecto con las aportaciones de dinero por parte de distintas personas a través de plataformas online especializadas, donde cualquiera puede participar. Las 3 primeras F's, fundadores, familia y fieles, participaran seguro con menor o mayor cantidad monetaria según sus posibilidades y según la mayor o menor confianza en tu proyecto. Los de la cuarta F, los que no entran en ninguna de las otras 3, llegaran también: colegas de los fundadores, allegados de tu familia, amigos de tus amigos y demás forofos.
Inversores para hacer crecer la empresa
Con unos meses de trabajo duro, algunas cifras de facturación, aunque sean pequeñas, y algún cliente, aunque sean pocos, podrás hacer, o mejor encargar a un economista, un 'Plan de financiación' donde, al menos, figuren los siguientes parámetros:
- Período de tiempo que llevas invertido en el proyecto.
- Cantidad de dinero que se ha invertido para lanzar el proyecto.
- Personas que trabajan ya en el proyecto, con especificación de sus funciones, las horas que le dedican y tiempo que llevan trabajando.
- Avances realizados en el proyecto.
- Número de clientes.
- Cantidades facturadas.
- Hoja de ruta o pasos a seguir para consolidar el proyecto.
- Plan de financiación futura del proyecto.
- Cantidad que necesitas para seguir avanzando en el proyecto.
- Previsión de resultados con esa inversión.
Cualquier otra cosa que consideres importante, como la métrica del mercado o lo que hace la competencia, por ejemplo, también tienes que incluirla en ese 'Plan de financiación' para que el inversor elegido compruebe que tu gran proyecto, además de genial, es también comercializable.
Y recuerda que la estrategia que funciona con los inversores es la 'de abajo a arriba' y no la 'de arriba a abajo', así que solo analizaran qué haces ahora, cómo lo haces, con qué y con quién lo haces, qué vas a hacer en el futuro, cuánto te cuesta lo que haces ahora y lo que vas a hacer después, qué beneficio te aporta cada cliente y si ese beneficio crecerá o no... Y no lo qué tú crees que vas a ganar o el porcentaje del mercado que vas a conseguir, porque ellos no tienen tu misma convicción en tu éxito y solo piensan en cifras y ratios.
Inversores para consolidar la empresa
Este momento es sencillo porque ya has hecho crecer tu empresa hasta conseguir un número aceptable de clientes que te aseguran una facturación relevante. Además tienes planes precisos para el futuro, como abrir sucursales, crear una franquicia o implementar una herramienta online mejor, pero no tienes el dinero suficiente. Es el momento, ¡ahora sí!, de acudir a los inversores profesionales porque seguro que querrán invertir en un negocio floreciente. Pero tendrás que calcular la cantidad correcta a solicitar, para no diluir demasiado tu participación, y realizar un 'Plan de viabilidad' ajustado a la realidad de tu empresa, para ganarte su confianza. Ahora sí que necesitas un economista.
A estas alturas también puedes recurrir a la financiación pública en entidades como el Instituto de Crédito Oficial (ICO); la Empresa Nacional de Innovacion (Enisa); el Plan Avanza, que gestionan los ministerios de Hacienda y Administraciones Públicas y de Industria, Energía y Turismo del Gobierno de España; las ayudas Emplea, del ministerio de Economía y Competitividad; o el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), si tienes una empresa de innovación tecnológica; y demás organismos institucionales.