Por Manuel Zea, -Coworking Spain, WorkingSpace-.
Muchos espacios coworking abren sus puertas con la idea de cubrir nichos de mercado muy segmentados, conformados por los trabajadores autónomos independientes que trabajan de forma aislada. Se formalizan estableciendo criterios propios y rompiendo con lo que solían ser formas de trabajo tradicionales. Rompen los standares de trabajo habituales hasta la fecha. Y aportan solidez y realidad a una demanda social que busca cambiar los parámetros de conducta establecidos en los ámbitos profesionales.
Por tanto, el desarrollo de la marca, según este planteamiento, debería seguir una misma línea. Siendo coherente con la idea de ruptura de las normas establecidas en los ámbitos clásicos de trabajo. Para aplicar esa ruptura de parámetros de conformidad, se aplica el diseño de marcas muy creativas y modernas. Logotipos muy coloristas. Espacios diseñados por interioristas /arquitectos que permiten transmitir esa imagen de frescura y de aires nuevos en los conceptos que se hacen realidad. Y sobre todo se establecen argumentos estratégicos conforme a la aparición de nuevas reglas sociales, surgidas por la existencia de distintas necesidades sociales.
Igualmente suponen novedad los planteamientos con los que se conforman las directrices internas que regulan las relaciones entre los miembros . Siguiendo patrones mucho menos rígidos, en los que imperan ámbitos de mas libertad, formas de trabajar mas relajadas y mayor naturalidad en las relaciones, en comparación con ámbitos laborales “clásicos”. Los ámbitos clásicos, -los denominaré de esta manera-. son los que hasta la fecha tenían cabida dentro de la realidad social, y estábamos acostumbrados a pensar que era la única forma de trabajar posible. Sin embargo estamos demostrando, que es posible trabajar conforme a otras propuestas. Como estos cinco casos, dignos de aprender de su valiosa y exitosa experiencia:
Betagroup en Bruselas, nace como la unión entre varias empresas en sus fases de iniciación (start-ups). Y se desarrolla como consecuencia de la detección de una necesidad entre sus miembros. Actualmente Betagroup llega a una red de cerca de 4.000 personas.
Cowo se ha convertido en una de las redes de coworking más importantes. Con más de 50 centros de Coworking. Ofrece a los espacios asociados algo parecido a una red de franquicias. Cada espacio funciona de forma independiente, pero entre todos hacen una fuerza brutal. Es un claro ejemplo de que la unión hace la fuerza.
Para pertenecer a esa red hay dos formas: ser miembro asociado “Básico” con un coste de 250€ o miembro asociado “Premium” por 500€.
La Cantine es un grupo de espacios franceses sin ánimo de lucro y financiados con dinero público. Los espacios se gestionan de forma independiente. En la actualidad cuenta con 25-30 coworkers y puedes unirte como miembro si compartes valores con la filosofía del espacio.
The Hub es la mayor entre las redes de espacios de coworking a nivel mundial. Tiene su base en Zurich y en la actualidad se encuentra en un proceso de cambio. Siempre se ha centrado en fomentar el emprendimiento social y piensan que el coworking sirve de puerta de acceso al mundo empresarial.
Los espacios se intentan gestionar de manera horizontal.
Para Betahaus en Berlin, hemos dedicado un post en exclusiva. Lee el post de Betahaus