2/4/2014

Emprendedores sí, sociales también: El caso de Thorkil Sonne

Por Isabel Pérez

Rebuscando entre papeles hemos encontrado unas notas que escribimos durante unas conferencias ofrecidas dentro del marco "San Francisco - Barcelona. Espíritu emprendedor: Aprende de los mejores", y que tuvieron lugar el pasado Bizbarcelona 2013. Las notas hacían referencia a historias de emprendedores que un buen día, motivados por una necesidad personal o bien, porque fueron testigos de enormes injusticias a su alrededor, decidieron mover ficha y contribuir a una mejora social.
La ponente-showman que hizo los honores fue Antonella Brogglia, y decimos lo de showman porque desde el minuto cero consiguió que todo el auditorio estuviera pendiente de ella (no os puedo explicar más, hay que verla en vivo para entenderlo ;)).
Antonella nos habló de Emprendimiento Social y basó su conferencia en explicarnos casos de emprendedores que, por un lado,  habían tenido una idea innovadora que había generado un cambio social específico y, al mismo tiempo, una visión emprendedora para realizar sus proyectos. Y no solo eso, mucho más, nos habló de personas que gracias a sus empresas habían generado un impacto a gran escala ayudando a que millones de persones mejorasen su calidad de vida.
Ella nos cautivó, al igual que las historias de estos emprendedores que os iremos presentando semana tras semana. A continuación os dejamos con la historia de Thorkil Sonne y su empresa Specialisterne.

Thorkil Sonne
Empresa: Specialisterne
A Thorkil Sonne, padre de otros dos niños, no le fue difícil identificar que su hijo pequeño Lars no se relacionaba con su entorno igual que sus hermanos. A diferencia de ellos, Lars poseía una memoria extraordinaria y era excelente en matemáticas y en lenguas. A los 7 años dibujó de memoria el sistema ferroviario danés, el de carreteras de Dinamarca, y el mapa completo de Europa.
Tiempo antes, sólo con tres años, los médicos le habían confirmado que su hijo padecía “autismo infantil”.
Thorkil Sonne había trabajado durante más de 15 años en el sector IT y tras ver las capacidades de su hijo y otras personas con el mismo trastorno, decidió fundar en el año 2004, Specialisterne, una empresa de tecnología especializada en ayudar a personas con trastornos del espectro Autista (TEA). No recibió ayudas de ningún tipo. Ni siquiera el Gobierno Danés creyó que una compañía privada pudiera tener beneficios empleando a personas con discapacidades, por lo que decidió hipotecar su casa y seguir su instinto.
Actualmente, Specialisterne, está formado por 50 personas y el 75% de ellos son trabajadores autistas, que trabajan como consultores de negocio en tareas relacionadas con testeo de software, programación y entrada de datos para el sector público y privado.
Thorkil Sonne supo identificar las habilidades de aquellos que la sociedad etiqueta como “discapacitados”, y hoy en día es todo un referente que ha conseguido dar a personas con autismo las oportunidades que se merecen.