Por Manuel Zea, -Coworking Spain, WorkingSpace-.
Como hemos hablado en otros posts, no todo en la Co-Cultura consiste sólo en trabajar. Si bien, es cierto que, nuestras vinculaciones parten de los propios intereses laborales, podemos añadir que, bajo esta mentalidad, se están desarrollando otros modelos de negocio basados en colaborar, co-trabajar, compartir, convivir… en comunidad. De forma que podemos hablar con propiedad de la creación de un movimiento llamado Co Cultura.
Encontramos diversos ejemplos prácticos, reales, que ya están funcionando con éxito dentro de nuestro territorio geográfico. No todo nos viene de ¡Silicon Valley¡ Y es que las empresas españolas son pioneras en cuestiones desarrolladas con creatividad. Emprendedores que trabajan fomentando nuevas formas de relacionarse. Y de beneficiarse mutuamente, con favores compartidos.
Podemos ver algunos ejemplos en:
- -blablacar.es, para compartir coche.
- -movomovo.com, alquiler de coches entre particulares.
- -airbnb.com, alquiler de viviendas entre particulares.
- -floqq.com, profesorado entre particulares.
- -twago.com
- -projectlinkr.com
El éxito de estas acciones colaborativas estriba básicamente en la unión de pequeñas fuerzas: autónomos, freelance, o micropymes y pymes. Estructuras de limitado tamaño que se asocian y crean fuerzas mayores. Lo que siempre decimos cuando nos ponemos en “chip” filosófico: una gota de agua junto a otras muchas crea el mar. Un grano de arena, no es nada, sin embargo muchos juntos forman el desierto.
Después de este paréntesis filosófico-literario retomo el tema. La unión de independientes freelance /autónomos, conforman grandes tamaños capaces de llegar a clientes más potentes. Obteniendo mayores éxitos.
La Co-Cultura supone impregnarse de valores humanos como la generosidad. Es importante mantener una coherencia entre nuestros ideales, en lo que creemos y lo que hacemos en nuestras vidas, con nuestros comportamientos y acciones. Podemos pedir, y también debemos saber dar. Nos gusta ser protagonistas, aunque también hay que saber empatizar y ceder protagonismo. De esta forma sí podemos generar relaciones de igual a igual, bajo patrones de respeto mutuo y valoración de todos los implicados. Yo gano y tu ganas. Yo soy generoso contigo y tú lo eres conmigo. Yo te valoro y tú me valoras. Yo confío en tí y tú confías en mí. Tú cuentas conmigo y yo cuento contigo. De otra forma no se sostiene el equilibrio.
Todos estos cambios y nuevos movimientos se basan en la aportación de nuevos valores humanistas. Sin ellos, se tambalearían rápidamente las estructuras que sostienen estas formas de compartir.
