Por Manuel Zea, -Coworking Spain, WorkingSpace-.
Las nuevas formas colaborativas de trabajar están formulando cambios en el diseño de las oficinas.
Hace tiempo que vengo hablando de la gran importancia que supone la relación entre las nuevas formas de trabajo y el diseño e interiorismo de los espacios coworking.
Cada vez se trabaja de forma más colaborativa y eso varía la forma de diseñar espacios de trabajo, que afectan directamente en la productividad y el bienestar de las personas.
La diferencia entre poner en marcha una oficina tradicional y un coworking, es que las oficinas se diseñan para empleados y los espacios de coworking se diseñan para los miembros, intentando fomentar la colaboración. Partiendo de este aspecto estableceremos zonas que fomenten la participación, la creación, la flexibilidad, la unión, el conocimiento, la conexión. Todo esto se realiza con un diseño apropiado de áreas y un mobiliario ad-hoc.
La planificación de los espacios de forma inteligente requiere la intervención de profesionales. Por eso en la creación de mi espacio coworking quise que el diseño y la practicidad de los espacios de trabajo fuera prioritaria. A través del estudio de arquitectura 2arquitectos.com, al que pertenezco, establecimos una planificación ideada para que la dinamización fuera posible entre los miembros de la comunidad. Y que los espacios entre las mesas, fuera lo suficientemente cómoda para no estar apilados.
La actuación del estudio de arquitectura fue un factor prioritario en la creación del espacio, y es el pilar mas importante sobre el que se sustenta la comodidad de los usuarios, la iluminación correcta, la temperatura idónea, las distancias exactas entre las mesas manteniendo el equilibrio entre espacio individual suficiente, que no genere agobios o escasez, y la cercanía adecuada para establecer comunicaciones naturales entre los miembros.
Conocemos que hasta una silla puede influir en el comportamiento de trabajo. Por tanto, no hay que desmerecer cuidar cada detalle y establecer espacios comunes que potencien estos fundamentos.
Las zonas destacables, que toman protagonismo en la generación de relaciones y vínculos duraderos y profundos (engagement) es la cocina. Espacio que evidentemente debe estar limpio, completamente equipado con microondas, nevera, etc.
Librerías, y espacios donde los miembros puedan colocar sus útiles de trabajo; papelería, documentación, libros, …
Zonas de tecnología; impresión, escaneado, fotocopias, además de la telefonía y wifi, que son los mínimos.
El mobiliario permite incrementar los procesos de escucha activa entre los miembros, la dinamización de los procesos de creación, la puesta en común y la participación activa, la responsabilidad comunitaria, las conexiones que se generan de mesas compartidas, o de la trasmisión de información y experiencias personales. Y todo eso genera un bucle que retroalimenta la modificación de espacios. Por tanto los comportamientos, diseño e interiorismo generan cambios de comportamiento en positivo y estos, a su vez, generan nuevas modificaciones en el mobiliario y decoración materializando un círculo creciente que siempre va auto-modificando las estructuras e incentivando las relaciones personales.
