Nómada digital, coworking, coliving… palabras que se ha hecho un hueco en mi diccionario y poco a poco en el de mi familia y amigos. Unas más fáciles de explicar que otras. ¡Ahora entenderéis por qué lo digo!
Imaginaos por un momento ese momento en el que le cuentas a tu madre que te vas a recorrer el mundo a la vez que trabajas por remoto. Estoy segura que muchos os habéis visto en esta situación, la mía fue así:
- Mamá, quiero ser nómada digital y vivir en un coliving.
- ¿Noma...qué, co...qué?
Está fue la primera respuesta de mi madre, casi la misma que del resto de mi familia y amigos según les fui diciendo lo que quería hacer durante los siguientes meses, y seguramente durante el resto de mi vida. Por ello, traté de poner todo mi ímpetu en que entendieran bien qué significaban todas estas palabras que les sonaban a chino.
Explicar que es un coworking me resultó realmente sencillo, les hice el símil con una oficina y a eso añadí que se hacían eventos para que todos los que allí trabajan se conozcan y compartan conocimientos, creando así una gran comunidad de “coworkers” ( término nuevo que ahora también conocen).
¿Definir nómada digital? Esto fue pan comido, tan fácil como decir: Es una persona que trabaja desde el ordenador a la vez que viaja. ¡Ya está! Problema solucionado.
Pero entonces llegó lo complicado, en mi caso al menos, explicar qué es un coliving. Recuerdo el momento exacto en que me dispuse a explicarle a mis abuelos que durante algunos meses iba a vivir en un coliving. Esta fue mi definición: Allí se aloja gente que trabaja viajando y que busca vivir en una comunidad. ¡ERROR! ¿Primera imagen que se les vino a la cabeza? Las comunas hippies. Sí sí, lo que oís. Mi familia pensó durante algún tiempo que me había vuelto hippie y me iba a vivir a alguna comuna perdida por el mundo.
Han pasado muchos meses desde aquello y aún siguen resultando raras estás palabras para todos ellos, pero poco a poco van entendido qué significan y por qué me hacen tan feliz. Sin ir más lejos, el otro día, cuando me despedía de mi abuela para mi viaje a Bangkok, me preguntó: ¿Y esta vez también vas a un “cogorcin” de esos? (perdón abuela, pero tenía que contarlo). A sus 80 años, aunque sigue sin saber pronunciarlo, sabe lo que es. Y no solo eso, sino que le encantaría haber podido acceder a lugares así cuando ella era joven y poder vivir experiencias tan enriquecedoras como las que los coworkings o colivings me están ofreciendo.
¿Cómo es un día en un coliving?
Hay que comenzar el día con energía, así que qué mejor manera de empezar que reuniéndome con el resto de coworkers en el espacio común/ cocina para desayunar y compartir las ideas que me han surgido mientras dormía. Después un poco de ejercicio (normalmente estos espacios cuentan con gimnasio o clases como yoga).
Llega el momento de ponerse frente al ordenador, para ello hay zonas habilitadas como coworking donde poder trabajar cómodamente, con todo lo necesario (impresora, cafetera…) y disfrutar de buena conexión a internet. ¿Qué me surge alguna duda con el trabajo que estoy haciendo? ¡Tranquilidad! Seguro que hay algún compañero que me pueda echar una mano.
Da igual a la hora que coma, siempre habrá alguien que me acompaña y me despega del ordenador por un rato. ¡Se acabó el descanso! Toca volver a trabajar.
Unas horitas más y fin de la jornada. Las horas que invierto en trabajar son menos que las que invertiría en casa o en una oficina, ya que no pierdo tiempo en traslados y cuento con menos distracciones. Además, la atmósfera propicia la productividad si ves a todo el mundo trabajando y de buen humor. Os aseguro que así es. ¡El trabajo deja de serlo y pasa a ser un momento de compartir y crear!
¿Qué hago en mi tiempo libre? Disfrutar del lugar en el que esté (Ahora mismo Bangkok) y apuntarme a todos los eventos que organiza el equipo del coliving, así conozco mejor al resto de coworkers y puedo aprender más de todos ellos fuera del trabajo. Hay muchos perfiles diferentes: programadores por remoto, emprendedores, copywriters freelance... ¡Y todos tienen algo nuevo que aportarme!
¿Tú también pensabas que un coliving era algo parecido a una comuna hippie como mi familia? Espero que después de leer este artículo hayas cambiado de opinión y muy pronto te embarques en una aventura como la que estoy viviendo yo, aprenderás y crecerás como profesional y como persona.
Laura Vilchez Castro