Llegas a un coworking por primera vez, el espacio es precioso, el internet va como un tiro y tienen muchísimas actividades en las que hacer networking, pero no sabes qué pasa, no te sientes a gusto, no rindes trabajando. ¿Te has visto en esta situación? Tranquilo, ni eres un bicho raro, ni el coworking tiene la culpa, simplemente no es para ti.
Como si se tratara de personas, los coworking cuentan con personalidad propia. Por este motivo, podrás encontrar espacios tan diferentes como quienes lo regentan, creándose auténticos nichos. Actualmente existen coworkings pequeños enfocados para un público más local, otros en los que la gran mayoría de los usuarios son nómadas digitales, o incluso muchos dirigidos a profesionales de un sector en específico, como el de la moda, la publicidad, la cocina, etc. De hecho, una de las grandes tendencias en esta industria para los próximos años son los coworkings nicho.
¿Entonces si entro dentro del público objetivo del espacio habré acertado? No, no solo depende de esto, también influyen otros factores como por ejemplo: la edad de los coworkers, el nivel cultural, la forma de trabajar (más horas, menos horas, muchos descansos), o incluso el significado de coworking para ellos. Te puedes encontrar coworkings en los que la máxima sea el networking entre los miembros del equipo a través de eventos todas las semanas para conocerse mejor, otros en los que la formación en nuevas tecnologías sea el plato fuerte y otros en los que debido a la gran rotación de usuarios no se cree comunidad y sea más individualista.
De elegir un coworking u otro puede depender tu éxito profesional, porque si de algo puedes estar seguro es que si te rodeas de los coworkers adecuados tendrás acceso a muchas oportunidades. Sin embargo, si decides priorizar otros factores por encima de encontrar una comunidad que encaje contigo, inevitablemente te mimetizarás con el ambiente y no conseguirás sacar todo tu potencial. Te pongo el ejemplo de una experiencia personal: Hace unos meses fui a un coworking que por su descripción parecía perfecto para mi. Tan solo me hicieron falta unas horas allí para darme cuenta que no era para mi. Los coworkers trabajaban en silencio, nadie hablaba con nadie, no había descansos para el café o en mi caso el té, tampoco tenían planeadas actividades en comunidad, sin embargo tenían muchas formaciones enfocadas al emprendimiento. Era un buen coworking, pero no era para mi, su silencio me hacía sentir incómoda y estaba deseando que pasaran las horas para terminar mi trabajo e irme. A esto último me refería antes cuando decía que no solo no te beneficiará sino que incluso podrá perjudicarte en tu día a día en el trabajo, en mi caso este sitio me llevaba a realizar mis tareas a toda prisa para volver a casa, cometiendo algunos errores propio de un trabajo hecho deprisa y corriendo.
Rodéate de gente que te aporte, que te anime a mejorar en tu trabajo y que te ayude a disfrutar de tu trabajo. ¡De esto se trata el coworking! Aquí te dejo algunos consejos que he podido extraer después de mucho fallar y acertar.
Errores comunes a la hora de escoger coworking
- Escoger un coworking por azar o por cercanía.
- No preguntar todas las dudas que tengas al personal del centro o a las propios coworkers.
- No aprovechar el día de prueba para conocer mejor el centro y la atmósfera de trabajo.
- Creer que el coworking es solo un lugar de trabajo y que los coworkers no afectan en tu trabajo.
- Escoger espacio pensando en la tarifa más barata. Recuerda que vas a pasar allí muchos días a la semana, invertir un poco más puede traerte grandes recompensas.
¡Rodéate de las personas adecuadas y el éxito está asegurado!