Tras unos años de aumento de crecimiento, 2020 será el primer año en el que no se abrirán más coworkings que en el año anterior. Sin embargo, esta tendencia no responde a un agotamiento del modelo de negocio, sino a una reinvención del mismo. En esta publicación analizamos las claves de lo que está ocurriendo en el sector.
Concentración de espacios
A pesar de la reducción de crecimiento a nivel global, se proyecta que para 2020 se abran cientos de estos espacios con éxito. Sin embargo, muchos de estas aperturas corresponden a marcas ya existentes o a extensiones de espacios. Aunque el coworking sigue siendo un modelo de negocio afín a los emprendedores y pequeños empresarios, esto podría ser un síntoma de que las franquicias se han asentado en el mercado. Por otro lado, la mayoría del sector apuesta por hacer crecer su comunidad y sus miembros para obtener mayores márgenes de rentabilidad.
Calidad y comunidad
La oferta de valor inicial de los espacios coworkings era por contraste: se trataba de alejarse de la envejecida oficina tradicional. Hoy, los usuarios exigen mucho más. Los coworkers quieren construir una identidad de grupo, relacionarse con los demás y reconocerse en unos valores comunes. Para que esto ocurra, los gestores de los espacios deben escuchar las necesidades de sus miembros, organizar eventos y diversificar su oferta. De esta forma, se otorga un valor único al coworking que lo hace insustituible.
Nuevas formas de ingresos
Alquilar el espacio y registrarse son formas básicas de generar ganancias, pero las tendencias apuntan mucho más lejos. De nuevo, se trata de anticiparse a las necesidades de los coworkers y emprendedores. La adquisición de empresas digitales y de software, además de las prestaciones de servicios de gestoría y consultoría son algunos ejemplos. Así, los coworking tienen la oportunidad de explorar nuevos territorios y ampliar su sector.
Consolidación del space as a service (SPaaS)
Los servicios de oficinas reinventados en un espacio completo al servicio de una empresa crecen. Esta tendencia ya se hacía ecos cuando AirBnb recurría a Cloud Coworking para establecer sus espacios. Los servicios completos descargan a las empresas de trámites y microgestiones para que estas puedan centrarse en ser más ágiles en el desarrollo de su negocio. El space as a service ofrece mobiliario, adaptación, soluciones digitales, tecnología y personal, planteándose como una solución estructural única.
Nuevas reglas del juego: cocina, vivienda y brandboxing
La diversificación no solo ha transformado la cartera de servicios de los coworkings, también ha traído soluciones transformadoras. El coliving sigue siendo una zona atractiva para inversores, por lo que parece lógico que algunos espacios desarrollen una simbiosis entre zonas de trabajo y de vida comunes. Los modelos de espacio compartido se extienden a otras zonas tradicionales, como en el caso del brandboxing (una solución de espacio para los retailers) y las cocinas compartidas. En definitiva, la economía creativa y los coworking estarán más unidos que nunca en el próximo año.