18/12/2016

La Casa Amarilla un espacio de producción

Por david burbano

REGALA ARTE

El Arte no está hecho para verse, está hecho para expresar un sentimiento por parte del artista, es una necesidad de expresión. Claro que a todos, o al menos a muchos, nos interesa ver y disfrutar del Arte.

La llegada del siglo XXI ha supuesto un incremento en actividad y en superficie por parte de los museos, existentes y nuevos, pero, a la par, han surgido multitud de iniciativas que han ido llenando el espacio vacío que existía entre los grandes espacios y los artistas jóvenes sin visibilidad. Así, han aparecido espacios que se enfrentan al Arte con un enfoque multidisciplinar y con la necesidad de que el mismo sea accesible a todo el mundo, tanto visual como económicamente. Y, lo que es más, han surgido modelos de negocio novedosos, lo que muestra la necesidad de esta actividad desde el punto de vista económico y de desarrollo de la ciudad.

El Arte debe formar parte de la vida diaria, tanto de los creadores, que deben poder ganarse la vida con su actividad creadora, como de los espectadores, que deben poder adquirir una obra de arte única en lugar de un objeto de decoración fabricado en serie. Para esto es necesario que creadores y espacios vayan de la mano, apostando por la visibilidad, la creatividad, el contacto con el espectador, y, evidentemente, por unos precios ajustados y accesibles.

En esta línea, espacios como La Casa Amarilla son tan necesarios, no ya en Málaga, que ha apostado definitivamente por el desarrollo cultural de la ciudad y tiene a una cantidad enorme de artistas de gran talento, sino en el mercado global que supone hoy día el tener acceso a cualquiera en cualquier parte del mundo.

Aquí, desde luego, tenemos muy claro que esta es la línea a seguir.

Y, como ya casi están aquí las Navidades, qué mejor que regalar, o regalarte, una obra artística y única. Visítanos, ve la exposición y la tienda, infórmate de nuestros talleres, y charla amigablemente con nosotros. Hagamos que el Arte llegue a todos y que eso sea lo más normal del mundo.

Dan Cordero

LCAmálaga