Hoy presentamos el último artículo del ciclo “Emprendedores y coaching” del mes de agosto. Los postres, no menos importantes que el resto de la comida, son dedicados a los clientes, el auténtico foco de toda empresa. No hay empresa sin cliente, no hay negocio sin consumidor. En este contexto, recurrir al coaching es tarea idónea para lograr hacerte con un público fiel. ¿Conoces las reglas fundamentales para lograrlo?
“Hagas lo que hagas, hazlo tan bien para que vuelvan y además traigan a sus amigos”, dijo Walt Disney. Una frase muy bonita, sí, pero también muy real y trascendental. Un coach te puede proporcionar las claves para hacerlo tan bien como sea posible. La teoría la sabe todo el mundo, pero con un buen guía te resultará mucho más sencillo.
“Si no cuidamos a nuestros clientes, alguien lo hará”. Una verdad como una catedral. La competencia siempre acecha detrás de la oreja y más hoy en día, en que existen muchísimos productos similares y es el cliente el que tiene sartén por el mango. Mimar a los consumidores es esencial, pero siempre debes seguir unos pasos bien diferenciados, pasos que un buen coach conoce a la perfección.
“Estar a la par en precio y calidad solo te mete en el juego, el servicio es lo que te hace ganarlo”, anunció el emprendedor y escritor Tony Alessandra. ¡Y cómo lo sabe! Prestar atención a los comentarios de los usuarios es básico para conocer qué quieren, qué les disgusta, qué les complace, cuáles son según ellos los puntos fuertes y los débiles, qué mejorarían… Aunque los miembros de la empresa son quienes la conocen mejor, su funcionamiento depende de las opiniones de los clientes. El coaching también te enseñará a escuchar, una acción tan básica pero a veces tan complicada…
“Un cliente bien atendido podría ser más valioso que invertir 10.000 dólares en publicidad”. El emprendedor Jim Rohn lo tenía claro y parece que aún hay muchos empresarios que no quieren abrir los ojos. Uno de los consejos para fidelizar a los clientes es incorporarlos en reuniones corporativas. Sus intervenciones serán, de sobras, mucho más provechosas que las palabras de los mismísimos trabajadores.
“Tu cliente más insatisfecho es tu mejor fuente de aprendizaje”, decía Bill Gates. ¿A cuántos nos cuesta aceptar las críticas? El ser humano es por naturaleza orgulloso y tozudo, pero cuando hablamos de una empresa, ser humilde es una de las cualidades más importantes. Los clientes tienen todo el derecho de no estar contentos con el servicio, el producto o cualquier otra cosa. En este contexto, es fundamental escucharlos, ellos son la voz de la sabiduría y tu gran oportunidad de ser mejor.
La fidelización de los clientes no se consigue en dos días, pero con la ayuda y soporte de un coach lo lograrás en poco tiempo y, si siempre sigues tu guía, no perderás tu público, al contrario. Si eres o estás a punto de convertirte en emprendedor, ten a tus clientes siempre en el corazón de tu negocio y deja que un coach te ayude con un gran servicio de atención, ya que “el servicio al cliente no es un departamento, es una actitud”, tenlo siempre presente.