La sociedad cambia, y con ella también lo hacemos nosotros y nuestros hábitos cotidianos, tanto en el ámbito personal como en el laboral. La rápida evolución de las nuevas tecnologías y el boom de la web 2.0 han despertado otra forma de aproximarnos a nuestros lugares de trabajo.
Como individuos nos hemos venido adaptando al cambio en las nuevas formas de trabajar. (¿quién no ha visto a alguien trabajando con un portátil en un café?)
Nos encontramos en una era de adaptación al cambio: pero no debemos pensar que esta flexibilidad sólo responde a un momento puntual. En el futuro la versatilidad y la capacidad para afrontar nuevas fórmulas y métodos será clave para alcanzar el éxito en cualquier sector de actividad. Por otro lado, el nuevo escenario económico también promueve que cada vez más profesionales empiecen su carrera como autónomos, lo que implica una actitud autoexigente, empuje y gran flexibilidad. Los nuevos canales de comunicación y redes sociales se presentan como sólidos aliados; permiten trabajar a distancia y desde cualquier lugar propiciando la gestación de una red de clientes.
Traspasar fronteras es un objetivo alcanzable gracias a los medios sociales y herramientas de comunicación, que acortan distancias.
Dentro de este cambio de mentalidad que origina una auténtica revolución; el coworking como fórmula para afrontar la vida laboral desde un punto de vista colaboracionista y no competitivo. La formula del coworking es sencilla: Coworking = trabajo+ espacio + persona + relación.
Los aspectos básicos que no deben descuidarse dentro de este concepto son la creación de espacios adecuados, el fomento de relaciones personales e interacciones y el respeto e interés por los individuos.
Pero las ventajas van más allá: las sinergías que se producen son elementos que alumbran la colaboración, muy importante en un espacio de coworking.
El coworking no está destinado a hippies, si no que se trata de un movimiento social destinado a cambiar las formas de trabajo.
De ahí que hablemos de un “movimiento” cuyos casos de éxito ya se están dando en Europa (Coworking Europe, CoworkingSpain Conference, Cowo Italy...) y Estados Unidos (AustinGCUC).
También podemos ver casos de éxito en espacios que han puesto en marchas planes de expansión como WeWork, NextSpace, Grind, Betahaus y utopic_US.
A través de la alianza de profesionales autónomos es posible desarrollar y ejecutar proyectos de una gran envergadura. Autoempleo, emprendimiento, desarrollo económico y una dinámica en la que la vertiente social del trabajo es protagónica nos hace sospechar de que se está fraguando un fenómeno que será clave en la nueva sociedad.
El coworking la están adoptando como solución muchos gobiernos y ayuntamientos al ser centros donde se promueve el emprendimiento , el autoempleo y el desarrollo económico.
Los centros de coworking serán de gran ayuda a la sociedad.
