Cuando hablamos de centros de coworking, también lo hacemos de “marcas”: es innegable que cada espacio tiene su identidad propia, y ésta es resultado en gran parte del carácter que el fundador y/o gestor hayan querido imprimir en él, aunque la comunidad será la que contribuya definitivamente a que exista una atmósfera determinada. Pero además de esto, ¿cómo son las personas que en nuestro país se están lanzando a abrir este tipo de espacios? La encuesta sobre el estado del coworking en España, realizada por Coworking Spain, revela las características principales sobre la gestión de centros de coworking: inversión necesaria y financiación para la puesta en marcha, número de personas dedicadas a la gestión de los espacios y características comunes de los fundadores de estos centros, son algunos de los aspectos destacados.
Los gestores de centros de coworking invierten su dinero y se involucran en el trabajo diario
La primera pregunta antes de lanzarse a montar un espacio de coworking: ¿cuánto cuesta ponerlo en marcha? La inversión media se sitúa en un espacio de coworking está en torno a los 25.000 euros. No obstante, este dato varía dependiendo de las dimensiones y características del centro (situación, materiales, decoración…). Además, las inversiones suelen realizarse escaladas según aumentan las necesidades de los espacios. En cuanto a la forma en la que los gestores obtienen financiación para la puesta en marcha del negocio, un 60% de los espacios de coworking abrió sus puertas con dinero propio, y sólo un 20 % de los espacios lo hizo pidiendo un préstamo en alguna entidad bancaria. Por último, un 15% de los gestores acudió a una financiación mixta de capital propio, prestamos y ayuda de familiares. Sólo el 5% de los espacios tiene a inversores privados como financiación principal, si bien esta tendencia puede cambiar debido a la llegada de centros de coworking de gran envergadura a nuestro país, que a menudo cuentan con un gran número de inversores que no están al frente de la gestión del centro.
Los costes en cuanto al “personal” no son muy altos, ya que el 75% de los espacios de coworking en España es gestionado por un máximo de tres personas, tratándose en la mayoría de los casos de los fundadores. Tengamos en cuenta que, aunque existen un gran número de centros, y que esta cifra no deja de crecer, la mayoría no son grandes, por lo que la organización, supervisión y gestión diaria no requiere muchos recursos, asumiendo las funciones principales sólo dos o tres personas. En los de mayor tamaño, sin embargo, es necesario un equipo en el que profesionales cualificados desempeñan las distintas tareas: administración, recepción, comunicación y eventos, etcétera…
Más que un negocio, un compromiso con el coworking
Llegados a este punto, nos preguntamos… ¿viven los gestores de sus centros de coworking? En la mayoría de los casos no: de hecho los fundadores de estos centros no los abren como un negocio exclusivo, sino como un complemento a su actividad profesional, aunque sí dedican gran cantidad de su tiempo a su centro (son pocos los gestores que afirman preferir centrarse en su profesión). El 85% de ellos tiene otros trabajos: un dato que pone de manifiesto la vocación y compromiso con un nuevo modelo de trabajo, que caracteriza a esta corriente colaborativa. Y es que el coworking como alquiler de espacio no es un negocio muy rentable, pero las sinergias que se producen recompensan a los fundadores con otros beneficios profesionales, sociales y económicos (Beneficios intangibles del coworking). No obstante, casi todos los espacios (90%) son negocios privados: sólo un 10% corresponde a organizaciones públicas o asociaciones. Aún así, y a pesar de que en general no se trata de un tipo de iniciativa rentable, a el 70% de los gestores de centros de coworking les gustaría crecer con las condiciones actuales. El 30% restante preferiría esperar a que su espacio sea rentable.
Destacamos espacios españoles que están creando una imagen de marca potente: coworking en Barcelona MOB, utopic_US en Madrid y workINcompany como coworking en Sevilla)
